La memoria donde arde El comandante Segundo regresa de la selva y el olvido

El cuerpo de Jorge Masetti, del Ejército Guerrillero del Pueblo, se perdió para siempre en la selva, luego de que, producto de una delación y la consiguiente captura y muerte de todos sus hombres, dejara trunca la misión que le había fijado Ernesto Che Guevara.
Creador de la mítica agencia Prensa Latina junto a Rodolfo Walsh, Gabriel García Marquez, Rogelio “Pajarito” García Luppo, y uno de los pioneros en enfrentar el monopolio informativo estadounidense, el comandante Segundo parece regresar lentamente de la selva y el olvido, a través de distintos materiales que indagan en su vida. Uno de los más sobresalientes es el documental “La Palabra Empeñada”.

Jorge Masetti nació en Avellaneda el 31 de mayo de 1929. Es el primer periodista en entrevistar en 1958 a Fidel Castro y al Che Guevara cuando aún combatían en Sierra Maestra. Ni bien triunfa la revolución vuelve a Cuba para ser protagonista de uno de los hitos más importantes en la historia del periodismo del continente: la creación de la Agencia Prensa Latina.

En junio de 1959 Prensa Latina se lanza oficialmente al ruedo para contrarrestar, con una visión del mundo “objetiva pero militante de la causa de la liberación de los pueblos”, los flujos informativos internacionales, que en ese momento como ahora, casi en su totalidad, estaba en manos de las agencias norteamericanas y otros países centrales asociados.

El acontecer noticioso latinoamericano, la marcha de la Revolución Cubana fueron prioridades de la agencia que tuvo en el líder de la Revolución, Fidel Castro, y en el Che a sus principales impulsores, y en el periodista argentino

Jorge Ricardo Masetti a su fundador. Lo acompañarán en esa epopeya los argentinos Rodolfo Walsh, García Luppo, columnistas como Jean Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Francisco Urondo, Juan Carlos Onetti. Masetti logra abrir corresponsalías en casi todas las capitales del continente. Rodolfo Walsh recuerda “la empresa pudo parecer utópica.

Los monopolios reaccionaron ante la competencia como todos los monopolios. La guerra contra Prensa Latina invocó que era una agencia oficial. Era tan oficial como la United Press, Reuter o France Presse, no hay en el mundo una agencia que no responda a los intereses de un estado nacional o de un grupo monopolista estrechamente vinculado a ese estado. La diferencia consiste en que los países dominantes del mundo occidental prohíben ese lujo a los dependientes.

Las tentativas realizadas por la Argentina y Brasil por los gobiernos de Juan Perón y Janio Quadros fracasaron ante la embestida de las agencias norteamericanas que contaron como aliados a los grandes diarios comerciales de ambos países, para quienes el periodismo estatal es un crimen cuando se trata del Estado nacional y no lo es cuando detrás se oculta el poder extranjero”.

Entre la Olivetti y el fusil

Jorge Masetti es nieto del periodista y revolucionario y director, junto a Juan Pablo Díaz, de “La palabra empeñada”, una realización que a través de un material de archivo inédito reivindica al fundador de Prensa Latina.

¿Ha sido debidamente valorado el aporte de Masetti a través de Prensa Latina en la batalla por quebrar el cerco informativo por parte de los países centrales?

En Cuba existe una escuela que lleva por nombre Jorge R. Masetti, un premio al periodismo, el constante recuerdo de su nombre los días del periodista, la agencia (Prensa Latina) que aún mantiene el mismo objetivo para la cual fue creada, quizá con diferente manera al hacerlo, tal vez sin el arrojo vital y creativo del que supo gozar entre 1959 y 1961. Por lo tanto considero que su aporte fue valorado. No soy quien para medir la intensidad del reconocimiento. Eso le toca a la historia.

A través de los testimonios recogidos, ¿cómo reconstruís el paso de Masetti de periodista a guerrillero? ¿Qué cambio se produce en él cuando debe dejar Prensa Latina y en su viaje a Argel?

Se plantea que tanto el "proceso al sectarismo" como la decisión concreta de extender la revolución a América Latina fueron factores decisivos para volcarse a la lucha armada. No me animaría a decir que Masetti abandona al periodista, pienso que para un periodista con la pasión por el oficio que sentía mi abuelo debe ser prácticamente inconcebible haberse despojado del todo de la profesión. Lo imagino escribiendo en medio de la selva de Orán, inclusive en sus últimos días. Considero que su paso por Argelia en plena guerra independentista aceleró su convencimiento de que son los pueblos a través de la lucha los únicos capaces de lograr los cambios revolucionarios. No lo pusimos en el documental pero Jorge, mientras combatió en algunos enfrentamientos, escribió algunas páginas de lo que sería su crónica de la guerra de liberación argelina.

Tu película aparece en un momento del continente, en donde a medida que avanza la profundización de la independencia económica y política, se va reconstruyendo la memoria, de lo que tanto para Bolívar como el Che, es la Patria Grande. ¿“La palabra empeñada” tiene que ver con esto?

Sin dudas pienso que el filme aparece en un tiempo casi perfecto como para ser proyectado. Vivimos épocas donde muchos de los temas que aborda “La palabra...” están en plena vigencia, siempre que sepamos situarnos en la coyuntura socio-política-cultural en la cual vivimos, y tengamos la capacidad de valorar cada actitud o movimiento político dentro del contexto histórico que lo determina.

Ciro Bustos, cuyo testimonio recogiste, hace referencia a una infiltración en el Ejército Guerrillero del Pueblo. ¿Esto es verificable?

Sí, es verificable. Para el documental grabamos más de 60 horas de entrevistas. Dentro de este extenso material le realizamos una entrevista a Ariel Maudet, miembro del Ejército Guerrillero del Pueblo, quien estuvo en el momento que los infiltrados se revelaron como tales, disparándole a quien conducía el grupo y denunciando posteriormente a los guerillros. Estos dos infiltrados llegaron a las filas del EGP a través del Partido Comunista, donde simulaban ser militantes. Llegaron incluso a pesar en las escisiones que tuvo el comunismo local en las épocas de Victorio Codovila. Estos dos agentes de la policía fueron detenidos por Gendarmería que no creyó la historia que contaban y terminó liberándolos.

¿Lo más importante que te dejó la película?

La satisfacción de haber regresado a Cuba, país donde viví gran parte de mi infancia, el conversar con gente a la cual admiro por su humildad e inteligencia, sentir el afecto y admiración de los amigos-compañeros de mi abuelo al recordarlo, la pena por el fallecimiento de varios entrevistados en el transcurso del rodaje: Papito Serguera, Alejandro Doria y Conchita Dumois, quien cumplió el rol de abuela en mis años de infancia en la isla y fue vital para la realización de la mayoría de las entrevistas en La Habana.