Este 7 de Junio, Día del Trabajador de Prensa, nos encuentra, como siempre, luchando a brazo partido en la disputa de la renta a los grupos económicos propietarios de la inmensa mayoría de los medios de comunicación. En esta pelea –desigual- el salto cualitativo lo marca el grado de organización alcanzado por los compañeros en cada lugar de trabajo. Desde esa plataforma se construye la libertad y democracia sindical y se interpela el poder de las patronales para demandar nuestros derechos salariales, laborales, de seguridad y medio ambiente. En muchos lugares del país ni tan siquiera se respeta el piso mínimo que establece el Estatuto del Periodista Profesional (Ley 12908) y el Estatuto del Empleado Administrativo de Empresas Periodísticas. Esa realidad de precarización y flexibilización laboral es la que no nos bancamos y venimos a modificar.
Estas mismas patronales expertas en la superexplotación de los trabajadores de prensa y comunicación, que se llenan la boca con la libertad de prensa, son las que actúan con mano de hierro para disciplinar a los periodistas en la replica del discurso hegemónico funcional al régimen. Este dispositivo, utilizado a veces “manu militari” y otras por vías más persuasivas pero igualmente efectivas, naturaliza la práctica de la censura y autocensura, premia a los más obedientes y castiga y manda al freezer a los que se animan a luchar para poder ejercer el derecho a la libertad de expresión prácticamente inexistente en los grandes medios. La proliferación de medios barriales, locales, regionales, comunitarios en los diferentes soportes que actualmente habilita el desarrollo tecnológico, va forjando la articulación, todavía incipiente y deficitaria, de una red de comunicación popular que se erige como el mejor antídoto al monopolio comunicacional, promueve la comunicación propia y contribuye a romper el cerco informativo.
Después de dar testimonio de lucha por una nueva Ley de Medios desde el retorno de la democracia, como miembros fundadores de la Coalición por una Radiodifusión Democrática redactora de los 21 puntos que sirvieron de sustento argumental a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, sostenemos que es hora de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación ponga punto final a la secuencia de fallos dilatorios -sancionados en distintas provincias por una Justicia complaciente con el poder de los grandes grupos de la comunicación dominante- que vienen demorando la aplicabilidad de la nueva ley que, a nuestro juicio, es una de las que cuenta con mayor consenso social de todas las sancionadas por el Congreso Nacional desde diciembre de 1983 hasta la fecha.
La objetividad y, por tanto, la neutralidad no existen. Cada uno es cada cual y opina según su concepción del mundo, la gente y las cosas. En mi condición de trabajador de la comunicación escribo con absoluta pasión y subjetividad, descreído de la neutralidad con la que disfrazan su discurso resignado y posibilista los corifeos del sistema.
A treinta años que la UNESCO publicara el Informe Mac Bride "Voces Múltiples, Un Solo Mundo" para promover un nuevo orden comunicacional y desarrollar un nuevo equilibrio en el ámbito de la información, un puñado de mega corporaciones económicas controla la mayoría de los medios de comunicación del mundo, a través de los cuales difunde el discurso único de la globalización capitalista. El 7 de junio, Día del Trabajador de Prensa, fue establecido en 1938 por el Primer Congreso Nacional de Periodistas celebrado en Córdoba. Durante la dictadura oligárquico-militar se registraron más de cien trabajadores de prensa y comunicación detenidos-desaparecidos por su resistencia al régimen. Actualmente, según lo denuncia la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP), decenas de periodistas son asesinados en el continente, especialmente en México, Colombia, y Honduras.
La entera humanidad es la que está en juego. A treinta años del Informe Mc Bride queda una certeza: nuestro Norte es el Sur.
* Secretario de Comunicación y Difusión de la CTA; Secretario General de la Federación de Trabajadores de la Cultura y la Comunicación (FETRACCOM-CTA)
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