El pasado sábado 6 de Junio en el Colegio Racedo, ubicado al oeste de la ciudad, nos encontramos diversas organizaciones sociales y compañeros independientes con ganas de construir.
En el cálido marco de nuestra querida escuela pública, nos juntamos unas treinta personas de distintas geografías sociales y territoriales. Fuimos llegando de a pocos munidos de mates y cuadernos en las mochilas y bolsos, la camaradería fue espontánea, muchos nos conocemos de años y de luchas, otros, llegábamos buscando conocer y participar. En la galería del colegio armamos una rueda de bancos y mesas alrededor de siete sillas vacías dispuestas en círculo, cada una de ellas tenía en el respaldar un cartel que representaba a grandes rasgos un área distinta (Educación, Trabajo, Derechos, Niñez, Género, Ambiente, Cultura), sobre el asiento de cada silla había un ovillo de lana de color diferente para ir armando la red, esa que nos une y muchas veces no nos damos cuenta.
En el cálido marco de nuestra querida escuela pública, nos juntamos unas treinta personas de distintas geografías sociales y territoriales. Fuimos llegando de a pocos munidos de mates y cuadernos en las mochilas y bolsos, la camaradería fue espontánea, muchos nos conocemos de años y de luchas, otros, llegábamos buscando conocer y participar. En la galería del colegio armamos una rueda de bancos y mesas alrededor de siete sillas vacías dispuestas en círculo, cada una de ellas tenía en el respaldar un cartel que representaba a grandes rasgos un área distinta (Educación, Trabajo, Derechos, Niñez, Género, Ambiente, Cultura), sobre el asiento de cada silla había un ovillo de lana de color diferente para ir armando la red, esa que nos une y muchas veces no nos damos cuenta.
El silencio fue obra de la poesía en la voz del entrañable Negro Toledo, que leyó un poema que se titula El Barco de Hamlet Lima Quintana. Así quedo abierta la ronda de presentaciones, en la cual, además de conocer a la compañera o compañero y a qué organización pertenecía, supimos de las actividades comunitarias que realizan y sus porqué y para qué.
Durante la presentación y exposición, las compañeras del microemprendimiento de panificación "El Malón", que está en barrio Hipódromo, nos acercaron panes para llenar un poco la panza y poder seguir debatiendo.
Cuando terminó la ronda nos dimos un recreo, para estirar la piernas, ir al baño o fumar. Mientras el grupo de teatro de denuncia Las Magas aprovecharon para conseguir voluntarios para la representación que abría la segunda parte del encuentro. Unos ocho compañeros y compañeras empezaron a gritar distintas consignas : Distribución de la Riqueza - Igualdad para las mujeres - Basta de Desmonte - Ni olvido ni perdón - El Hambre es un crimen - Libertad y democracia sindical - Educación para la liberación - Por la cultura indígena - Universidad de los trabajadores - Asignación universal por hijo - Uso racional del suelo - Trabajo digno para todos ... Cada demandante por su lado gritaba más fuerte para hacerse oír. Hasta que fueron callando, y en silencio desde el suelo se unían, los cuerpos buscaban juntarse, se apoyaban unos a otros, se sostenían y todos quedaron nuevamente de pie, pero ahora entrelazados y unidos para gritar al unísono Vínculo y Convivencia.
Estas dos palabras eran los disparadores de la reflexión y el debate. Volvimos a sentarnos alrededor de las sillas, ahora entrelazadas. De la silla de la educación y del trabajo salían las mayorías de las líneas de acción o invariablemente pasaban por ellas.
Durante la presentación y exposición, las compañeras del microemprendimiento de panificación "El Malón", que está en barrio Hipódromo, nos acercaron panes para llenar un poco la panza y poder seguir debatiendo.
Cuando terminó la ronda nos dimos un recreo, para estirar la piernas, ir al baño o fumar. Mientras el grupo de teatro de denuncia Las Magas aprovecharon para conseguir voluntarios para la representación que abría la segunda parte del encuentro. Unos ocho compañeros y compañeras empezaron a gritar distintas consignas : Distribución de la Riqueza - Igualdad para las mujeres - Basta de Desmonte - Ni olvido ni perdón - El Hambre es un crimen - Libertad y democracia sindical - Educación para la liberación - Por la cultura indígena - Universidad de los trabajadores - Asignación universal por hijo - Uso racional del suelo - Trabajo digno para todos ... Cada demandante por su lado gritaba más fuerte para hacerse oír. Hasta que fueron callando, y en silencio desde el suelo se unían, los cuerpos buscaban juntarse, se apoyaban unos a otros, se sostenían y todos quedaron nuevamente de pie, pero ahora entrelazados y unidos para gritar al unísono Vínculo y Convivencia.
Estas dos palabras eran los disparadores de la reflexión y el debate. Volvimos a sentarnos alrededor de las sillas, ahora entrelazadas. De la silla de la educación y del trabajo salían las mayorías de las líneas de acción o invariablemente pasaban por ellas.
El debate continuó, y algunas cosas que salieron en limpio fueron:
Aprovechar los diferentes espacios para discutir, a pesar de las diferencias.
El trabajo de los distintos grupos se inicia desde la educación.
En la red (de lanas) quedó materializada la relación y fuerza entre la educación y el trabajo.
Organizándonos entre todos daremos un salto cuantitativo para trabajar.
Antes educación y trabajo eran los movilizadores del cambio. Ahora se incorporan otros temas como género, niñez y derechos.
En el barrio no tenemos plaza ni cloacas ni pavimento. Eso también es ambiente y va relacionado con los derechos.
No está el cartel de Salud. Hay que romper con el lenguaje hegemónico.
El desafío es el cómo. No se puede delegar en pocas manos el destino de todos.
Es necesario vincular la teoría y la práctica.
En el barrio las mujeres se encargan del ambiente a través de la limpieza y la forestación.
El poder se construye. Está en cada cuestión y en cada uno de nosotros. Creemos en las herramientas y en los que nos lleva a un horizonte común.
Necesitamos construir poder.
La Mesa Social debe ser instancia superadora de lo social y ser un espacio de transformación frente a un Estado ausente.
Nuestras organizaciones no sólo son testimoniales, buscamos disputar el poder.
Sabemos lo que no queremos. Tenemos que apuntar mejor hacia lo que queremos. En campaña es bueno hacer repensar a dónde queremos llegar, cuáles son nuestras necesidades.
Pensemos en el modo cómo administrar los recursos naturales.
El trabajo de los distintos grupos se inicia desde la educación.
En la red (de lanas) quedó materializada la relación y fuerza entre la educación y el trabajo.
Organizándonos entre todos daremos un salto cuantitativo para trabajar.
Antes educación y trabajo eran los movilizadores del cambio. Ahora se incorporan otros temas como género, niñez y derechos.
En el barrio no tenemos plaza ni cloacas ni pavimento. Eso también es ambiente y va relacionado con los derechos.
No está el cartel de Salud. Hay que romper con el lenguaje hegemónico.
El desafío es el cómo. No se puede delegar en pocas manos el destino de todos.
Es necesario vincular la teoría y la práctica.
En el barrio las mujeres se encargan del ambiente a través de la limpieza y la forestación.
El poder se construye. Está en cada cuestión y en cada uno de nosotros. Creemos en las herramientas y en los que nos lleva a un horizonte común.
Necesitamos construir poder.
La Mesa Social debe ser instancia superadora de lo social y ser un espacio de transformación frente a un Estado ausente.
Nuestras organizaciones no sólo son testimoniales, buscamos disputar el poder.
Sabemos lo que no queremos. Tenemos que apuntar mejor hacia lo que queremos. En campaña es bueno hacer repensar a dónde queremos llegar, cuáles son nuestras necesidades.
Pensemos en el modo cómo administrar los recursos naturales.
Para finalizar, quedó una fecha para un próximo encuentro en Julio, en el Barrio Casasnovas ya que las compañeras de allí ofrecieron su hospitalidad, la cual fue aceptada y celebrada. Además se volvió a recordar el horario de las reuniones de la Mesa Social los lunes en el local de CTA a las 20 Hs.
Luego de terminar nos fuimos a recorrer las calles del barrio Hipódromo, trinchera histórica del Malón. Le mostramos al resto de los compañeros la obra en construcción del salón, el horno de barro que permite darle trabajo digno a compañeras del sector, y también les presentamos a las anfitrionas: Miriam, María, Noné, Juan y Rita que contaron la experiencia que la Organización Territorial Malón está desarrollando allí.
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