domingo, 11 de diciembre de 2011

Malón Córdoba Festejo y alegría en el cierre de año


La Organización Territorial Malón (OTM-CTA) realizó un acto de cierre del año en el centro comunitario “Germán Abdala” de Villa Siburu de la ciudad de Córdoba en donde se mostró ante la comunidad el trabajo de los talleres de folclore y de computación que se realizan en dicho lugar.
En el comienzo del acto habló nuestro máximo referente en la organización, Mariano Pezzi, haciendo alusión que: “la CTA considera que todos somos trabajadores, ya sea desocupado u ocupado, que es la bandera que nos aglutina para poder organizarnos frente a los problemas que cotidianamente afrontamos”.

Continuó explicando que los distintos talleres que se dan en dicho lugar "son una gran oportunidad para los niños para alejarse de los vicios… y que EL HAMBRE ES UN CRIMEN para ello es necesario que nos arrimemos al centro comunitario y nos animemos a organizarnos para continuar con esta lucha para combatir las injusticias".

Concluyó que los talleres van a seguir dándose el año que viene y durante el verano va haber cine para toda la familia los fines de semana del último taller. También presentó el primer número de "Los Siburitos", un periódico hecho por los niños.

El acto contó con la presencia de Guillermo Posada, secretario de Comunicación y Difusión de la CTA, y Luis Bárcena, secretario de Interior de ATE, que dio unas palabras de aliento y fuerza para continuar con el trabajo social, haciendo extensivo el saludo de los compañeros "Cacho" Mengarelli, secretario General de la CTA de la provincia de Córdoba, Guido Dreizik, secretario General de la CTA Córdoba Capital, y María Teresa Romero, secretaria General de ATE Córdoba.

“Es una alegría, cada vez vemos más chicos, más madres que se acercan al centro comunitario. Con cada reunión con los compañeros construimos más organización”, señaló Bárcena con marcada emoción.

La calle estaba cortada, el equipo de música con sus enormes parlantes ya estaba listo y los bailarines se preparaban para salir. Los padres de los niños con cámaras de fotos, de videos, por celular, todos querían registrar ese gran momento; los chicos salieron a demostrar lo que aprendieron en el taller de danza (bailaron folclore, regaetoon y los wachiturros) y TODOS fueron ovacionados.

Se recibió a la gente del barrio con alegría, con color, con mística, con compromiso, con entusiasmo, con nervios y con unas buenas pizzas caseras e empanadas para festejar y hacer un brindis para despedir otro año que se va, otro año de orgullo e crecimiento para nuestra organización en la que pasamos por un mundo de sensaciones y terminamos con un balance positivo.

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