Esta visita constituye un nuevo avance en la lucha de la CTA y del conjunto de los trabajadores por garantizar la plena vigencia de la libertad sindical, y es producto del trabajo paciente y permanente que hemos desarrollado a nivel internacional durante más de una década. Como consecuencia de ello, nuestro reclamo cuenta con el apoyo, no solo de los órganos de control de la OIT (la Comisión de Expertos y el Comité de Libertad Sindical), sino que también de las centrales sindicales de todo el mundo.
El envío de esta misión de asistencia por parte de la OIT implica que el Gobierno argentino ha reconocido que la Ley de Asociaciones Sindicales es incompatible con el Convenio 87 de la OIT, tal como hemos denunciado permanentemente desde la CTA y como ha observado la Comisión de Expertos de la esta agencia dependiente de la ONU en 16 oportunidades desde el año 1989.
A pesar de ello, el Gobierno nacional sigue resistiéndose a modificar la Ley de Asociaciones Sindicales. De esta manera, quien más ha avanzado en este tema en nuestro país ha sido la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que en los fallos “ATE” y “Rossi” declaró la inconstitucionalidad de los artículos de esta norma que impiden que los sindicatos simplemente inscriptos puedan elegir delegados en los lugares de trabajo y que extienden la tutela gremial sólo a los representantes de los sindicatos con personería gremial.
Estos fallos también han sido producto de la lucha de nuestra Central en el plano internacional, ya que los argumentos utilizados por la Corte son los mismos que hemos sostenido año tras año en la OIT, y que han sido recogidos como propios por la Comisión de Expertos y el Comité de Libertad Sindical.
La visita de la Misión de la OIT constituye una nueva oportunidad para que el Estado argentino cumpla con sus obligaciones internacionales y sancione una ley sindical que sea compatible con el Convenio 87 de la OIT y con el artículo 14 bis de nuestra Constitución Nacional.
Durante su estadía en nuestro país los representantes de la Organización Internacional del Trabajo se reunirán con miembros del Gobierno nacional, legisladores, jueces, y representantes de las organizaciones sindicales. Allí será importante acercarles información y mantenerlos al tanto de las múltiples dificultades que enfrentan los trabajadores que desean organizarse de acuerdo a sus propios intereses.
Será un momento de mucha exposición para el Gobierno nacional, quien deberá responder a las solicitudes de los representantes de la OIT y dar cuenta de las razones por las cuales, luego de tantas observaciones, aún no ha dado pasos concretos tendientes a modificar la legislación sindical.
Por nuestra parte, la Misión de la OIT permitirá otorgar una mayor visibilidad a las múltiples experiencias organizativas que los trabajadores vamos desarrollando en forma autónoma, y será una buena oportunidad para volver a denunciar las violaciones a la libertad sindical que padecen trabajadores de todos los sectores, públicos o privados, de la industria, los servicios o la energía, registrados o precarizados.
Los obstáculos para constituir nuevas organizaciones sindicales por parte del Ministerio de Trabajo, los despidos de miembros fundadores y de delegados por parte de los empleadores, y la criminalización de la protesta entre otras, son todas expresiones de un sistema que necesita dificultar el fortalecimiento de las organizaciones autónomas de la clase trabajadora.
La Misión de la OIT que visitará nuestro país durante la primera semana de mayo nos permitirá volver a discutir la necesidad de modificar la Ley de Asociaciones Sindicales, y remover aquellas obstáculos que impiden el desarrollo autónomo de la acción sindical.
*Por Adolfo Aguirre, Secretario de Relaciones Internacionales de la CTA; Secretario General de la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur; Coordinador Nacional de la Constituyente Social.
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