lunes, 28 de marzo de 2011

Giuliani: “Hay que combatir el fraude laboral”

El secretario de Relaciones Institucionales de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), Juan Carlos Giuliani, reivindicó el rol de los trabajadores en las empresas recuperadas tras la crisis de 2001 y pidió que se reforme la Ley de Cooperativas de Trabajo para evitar "el fraude laboral".

El secretario de Relaciones Institucionales de la CTA, Juan Carlos "Pipón" Giuliani, fue uno de los panelistas del Segundo Encuentro sobre Trabajo Autogestionado que organiza el Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba (Cispren-CTA) y la Cooperativa Al Toque de Río Cuarto.

Antes de iniciar la charla lo entrevistamos en la Asociación Gremial Docente de la Universidad Nacional de Río Cuarto (AGD-CTA) donde tuvo lugar el encuentro:

¿Cuándo comienza a explorarse la posibilidad de recuperar empresas a manos de los trabajadores?

Ante la crisis fenomenal que había en la Argentina y que hizo eclosión en 2001 había dos alterativas: pasar a aceptar resignadamente ser parte del ejército de desocupados ante la multipicidad de quiebras o expulsión de mano de obra por el cierre de lugares de trabajo o, por el contrario, recorrer un camino inédito, esto es, de ocuparse de empresas donde los patrones las dejaban o donde se habían dictado concursos preventivos o estaban en quiebra. Y los trabajadores decidieron organizarse e iniciar el camino donde uno es patrón de si mismo.

¿Cuál es el saldo de esa experiencia?

Y la verdad que lo que comenzó de manera muy paulatina con más dudas que certezas hoy es una realidad, las fábricas sin patrón, las empresas recuperadas, de las cuales nosotros aquí en la provincia de Córdoba tenemos el orgullo de decir que tenemos dos botones de muestra concretos en medios de comunicación como son el diario Comercio y Justicia de la ciudad de Córdoba y El Diario del Centro del País de Villa María podemos decir que son experiencias exitosas.

Creció el empleo pero la autogestión sigue siendo alternativa.

Sigue siendo una alternativa. Es cierto que creció el empleo producto del derrame a cuenta gotas para mi gusto porque debería ser mucho más aluvional teniendo en cuenta el crecimiento económico de los últimos años. También es cierto que el empleo que se ha creado es de magra calidad. La mayoría de los trabajadores, sobre todo los jóvenes, están precarizados, son contratados, los hacen figurar como monotributistas o son tercerizados, con lo cual en dependencias estatales, sean nacionales, provinciales o municipales, como en el ámbito privado, incluso en las grandes empresas, la tendencia es cada vez más tener un núcleo menor de trabajadores en relación de dependencia y como planta estable y cada vez más un grupo mayor de tercerizados, de contratados, de trabajadores precarizados que forman parte de la periferia, que hacen el mismo trabajo que el personal estable pero que cobran un 30 o 40 por ciento menos del sueldo, no tienen aguinaldo, no tienen vacaciones, no tienen obra social, tienen problemas para hacer aportes previsionales, esa es la realidad que existe en la Argentina.

¿Entonces?

En ese marco las empresas autogestionadas tienen un largo camino. Es más, como dice Mario Barrios, secretario general de ANTA, la autogestión llegó para quedarse. Porque además hay una porción de la economía solidaria que de alguna manera viene a interpelar el modelo de economía capitalista o de mercado que rige en nuestro país y en la mayoría de los países del mundo porque es una economía donde se producen bienes y servicios no regidos estrictamente por la renta o la tasa de la ganancia, sino que tiene otros parámetros.

El rol de los trabajadores en la produción de bienes y servicios es fundamental.

Que una empresa funcione donde los trabajadores tomen las distintas responsabilidades directivas, administrativas y de producción sin reconocer otras actividades por encima de ellos es un salto cualitativo además de ser un salto en materia de consenso y organización y de convencernos que somos capaces de hacerlo. Vea, hay una cuestión muy concreta. Yo durante todos mis años de experiencia he conocido empresas donde existen patrones y empleados, que es la estructura tradicional, después de 2001 conocimos este otro tipo de empresas sin patrones, con trabajadores solos. Lo que no he conocido, y creo que me voy a morir sin conocer, es empresas que funcionen solo con los patrones, porque somos los trabajadores los que generamos la riqueza.

¿Qué opina de las cooperativas que son usadas para tercerizar el trabajo?

Eso es fruto de la picardía criolla, echa la ley, echa la trampa, por eso estamos pidiendo modificar la Ley de Cooperativas de Trabajo porque tal como está redactada se presta para el fraude laboral. Tres o cuatro vivos se inventan una cooperativa de trabajo con lo cual tercerizan el trabajo y realizan todas estas maniobras que yo mencionaba anteriormente precarizando el trabajo y en realidad lo que se está eludiendo es la relación laboral. No son cooperativas de trabajo. Esos trabajadores nunca participan de una asamblea de la cooperativa, ni de reuniones del Consejo de Administración, si hay excedentes de utilidades jamás los participaron. Son empresas enmascaradas detrás de cooperativas de trabajo. Hay que terminar con ellas. Denunciarlas, combatir y terminar con el fraude laboral.

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