lunes, 24 de agosto de 2009

Encuentro Nacional de Jóvenes por la Constituyente Social






15, 16 y 17 de Agosto: Embalse, Río Tercero, Córdoba

Para nuestro Pueblo, para los trabajadores, para la militancia social de nuestro país, el camino hacia una Constituyente Social es un desafío, una tarea y una fiesta. Un desafío porque nos estamos convocando a protagonizar una experiencia política nueva en la Argentina, y queremos hacerlo recuperando lo mejor de nosotros, en el pasado, el presente y el futuro. Una tarea, porque este sistema le ha puesto un certificado de defunción al planeta, a la vida y a los pueblos. Cada día que nos retrasamos en construir la unidad popular lo pagamos con la muerte de nuestros chicos y la ida anticipada de nuestros viejos.
Pero este camino también es una fiesta, porque es cierto que no hay nada más alegre e impredecible que un pueblo construyendo su poder y sus capacidades. Un trabajo feliz, que nos está integrando, que nos está mezclando, que nos constituye. Una Constituyente Social.
Pero... ¿cómo hacerla? No hay recetas. A lo largo de estos años, nos hemos hecho expertos en resistir, en sobrevivir, en lograr triunfos sectoriales muy importantes. Contra todos los pronósticos, contra el miedo que nos metió la Dictadura, contra la traición y contra la avanzada neoliberal de los 90, el campo popular está vivo. Vivo, atento y esperando. Porque falta mucho. Porque sabemos que hay tres cosas que aún no pudimos recuperar para nosotros, para nuestro Pueblo.
Ni la distribución de la riqueza que necesitamos para terminar con el hambre y desarrollarnos, ni el proyecto ni las formas de hacer política que nos expresen institucionalmente, ni el control comunitario sobre los recursos naturales, el medio ambiente y el hábitat. Y sin esas tres cosas, todos nuestros derechos sociales están amenazados y vulnerados. No pudimos garantizarlos hasta hoy, y eso nos muestra que, para cambiar, el camino no es repetir viejos esquemas; que no se trata de escribir un “petitorio gigante” y sumar “adhesiones”. Se trata de construir un nuevo Movimiento Político, Social y Cultural que recupere la Argentina para los argentinos.
Desde las 6 de la mañana del sábado 15 de agosto comenzaron a llegar los micros a la Ciudad de Embalse, Río Tercero. Poco a poco van llegando las delegaciones de distintos puntos del país. Todos traen el entusiasmo y la ansiedad característica de los militantes jóvenes. Bombos, cantitos y banderas que comienzan a colgarse en las ventanas del Complejo de Turismo Social.
Se espera que lleguen en total cuarenta colectivos, con más de 2500 compañeros menores de 30 años, que contradiciendo a aquellos que dicen que los jóvenes “están en cualquiera”, vienen a debatir estrategias para buscar una salida entre todos.
“No queremos más alianzas, no queremos más traición, queremos un movimiento para la liberación…” se escucha por los pasillos, escaleras y alrededores. Los jóvenes comienzan a encontrarse, conocerse e identificarse. Cada uno trae, además de su remera, bandera o gorra, la impronta propia del lugar del que arriba y de la organización en la que militan.
Además de traer la problemática propia de cada lugar, vienen con la expectativa de conocer a otros para compartir experiencias, considerando que la Constituyente Social es el espacio para articular lo que le pasa a todos.
Bien adentro de nosotros, una rebeldía histórica viene pidiendo espacio para sentir en la Argentina, lo que se vive en muchos lugares de Latinoamérica: que una Revolución está en marcha, y viene a poner al sistema patas para arriba, “constituyéndonos” en una comunidad que ya no permite a unos pocos sumergir a la mayoría en el invento del Hambre y la pobreza.
Porque queremos recuperar nuestros recursos naturales, terminar con la desocupación y construir un país distinto dónde los jóvenes no seamos el blanco del paco ni del gatillo fácil.
La Constituyente Social va avanzando porque tiene el ritmo y la paciencia de todas nuestras luchas y de nuestras esperanzas; viene avanzando porque, como dice la película de Miguel Pereira, “el poder está en nosotros”.
Estamos andando el camino hacia una Constituyente Social, no se trata de algo terminado ni cerrado, no hay reglas de antemano. La estamos haciendo con niños, adultos y abuelos, con una mirada que privilegia la creación, la indisciplina productiva y solidaria oponiéndonos al conformismo y la inmovilidad a la que nos invita el sistema.
La Constituyente Social es el camino político en el que la rebeldía no es un defecto, y la insolencia ante la injusticia no es políticamente “incorrecta”. Por eso nuestra Constituyente Social viene con fibra de juventud, garra y deseos de cientos de pequeñas historias y proyectos. Pero… ¿Dónde se juntan esas miradas? ¿Cómo empiezan a articularse las miles y miles de experiencias juveniles que están creando “sin permiso” la cultura, la justicia y la libertad del presente y del futuro?
Así fue que se empezó a soñar este Encuentro; con desmesura… ”¿Juntarnos miles de jóvenes? ¿En Córdoba? ¿Para imaginar y construir un país distinto?”. Con la misma ambición que palpamos en Jujuy, cuando con más de 30 mil compañeros y compañeras de todo el país dijimos que la Constituyente Social era una realidad imparable. Durante tres días de compartir y celebrar, vamos a intercambiar nuestras experiencias, conocerlas entre todos y todas, y articular caminos de organización que nos permitan aportar lo máximo posible al proceso que en toda nuestra Patria va a llevar adelante la Constituyente Social.
Embalse quedará a fuego grabado en todos los que fuimos, desde Río Cuarto dos colectivos cargados de compañeros y de sueños, no sólo de Malón-CTA sino de Proyecto Sur, Granja Siquem, Agrupación de Veterinaria Tatú Carreta, Casa de la Amistad Argentino Cubana, Casa Cultural El Hormiguero, estuvimos presentes debatiendo en las comisiones, diciendo que queremos, cuales consideramos son las prioridades, las acciones a seguir y las estrategias institucionales.
La “gloriosa juventud” coreó el nombre de Víctor De Gennaro, que, acompañado por Pipón Giuliani, Ricardo Peidro, Alejandra Angriman, Carlos Chile, Horacio Meguira, Fabio Basteiro, Vuenaventura David, Cachorro Godoy y Horario Fernández, fue parte de la representación de los dirigentes nacionales que trabajaron desde hace tiempo en la realización de este encuentro, junto con Eduardo Balán, uno de los coordinadores y el principal motivador de las actividades artísticas y culturales que formaron parte de este encuentro.
El “ejercicio de la tolerancia y el respeto a la diversidad” fueron destacados por cada uno de los presentadores. “No es una utopía nacionalizar la confianza” gritó Balán, entre presentaciones que se sucedían sobre el escenario. Nunca, ni por un minuto dejaron de sonar los bombos y los cantos en un polideportivo que rebalsaba juventud y esperanza de construir un movimiento para la liberación de este país, como repetían incansablemente.
Trabajo a través de la industrialización, creación de centros de estudiantes, recuperación de la identidad, los espacios, los símbolos y las palabras, repudio a la minería contaminante, luchar por el país “perdiendo el miedo y con alegría”.
La comunicación, la importancia de construir medios propios, de armar redes de comunicación social, de profundizar la comunicación entre las organizaciones, fue destacado por cada uno de los oradores, como así también las identidades territoriales y culturales, que, junto con la formación, serán auspiciosas para la construcción de lo nuevo, con democracia participativa.
El repudio al golpe de estado en Honduras, la criminalización de la pobreza y la protesta social, la problemática de genero, el aborto, “más y mejor educación sexual” fueron también ejes de discusión.
Pero esto no termina acá, la Constituyente va naciendo dando sus primeros pasos, por eso seguimos convocando a todo/a aquel interesado/a a participar de las reuniones en el local de la CTA los días Martes a las 20 Hs., te invitamos a soñar, a ser parte... porque ahora es cuando!!!.

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