La Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Río Cuarto, expresa su respaldo y solidaridad con el justo reclamo de los trabajadores con puestos fijos en distintos puntos del centro de la ciudad y con los limpiadores de automóviles, los “trapitos”.
Estos trabajadores ven amenazados sus precarias fuentes laborales por la decisión del Departamento Ejecutivo Municipal que está más preocupado en ocultar a los pobres bajo un galpón que en darle una solución efectiva a la marginalidad social que campea en la ciudad del “boom” sojero.
Con el único objetivo de reconciliarse con el CECIS y de alimentar la voracidad de las arcas fiscales, se pretende legalizar el trabajo cuentapropista y autogestionario que forma parte del paisaje pacífico de nuestra ciudad y que, además, permite vivir con cierto decoro a centenares de familias riocuartenses.
Los señores del CECIS, especialistas en remarcar precios, explotar trabajadores y fundir empresas, se quejan por la “competencia desleal” de los mal llamados vendedores ambulantes y el Municipio, presto al requerimiento patronal, no duda en llevarlos a un local cerrado desconociendo una práctica que no ha generado ningún problema de convivencia en más de treinta años.
La CTA manifiesta que debe respetarse el trabajo decente de los compañeros sin condenarlos a trasladar sus puestos de labor a un local cerrado donde se reducirán sus magros ingresos y, más temprano que tarde, arrojará a estos trabajadores al mundo de la exclusión social.
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